Calamitosa e injustificable derrota sufrida por nuestro infantil el pasado sábado ante un Nules que si bien no demostró ser un gran rival imposible de batir, si supo estar durante los setenta minutos de juego bien posicionado en el campo y muy incisivo en sus ataques, destacando su extremo izquierdo que tuvo en jaque a nuestra defensa durante todo el partido.
Los tres goles encajados en los primeros diez minutos de juego hacieron mella en el equipo ondense, que parecía ausente. Pese a ello el equipo se rehizo y comenzó a acosar el área nulense creando ocasiones de peligro, llegando a la mitad del encuentro con un marcador de 3-1 y con un CD Onda que transmitía mejores sensaciones y que comenzaba a imponerse sobre la hierba, y que pese al resultado provisional adverso se le veía capaz de poder remontar.
No fue así, inexplicablemente el equipo se vino abajo y uno tras otro fueron llegando los goles del equipo local. Así, jugando con más rabia y corazón que con inteligencia y cerebro, el equipo ondense, sin orden en sus líneas no pudo atajar la constante presión del Nules, que sin demostrar gran cosa en el juego supo aprovechar los reiterados fallos del CD. Onda.
Dura derrota y difícil de asimilar, como hace dos jornadas ante la Vall, pero que en lugar de llevarnos a las lamentaciones debería inducirnos a la reflexión a diferentes niveles, tanto a jugadores, como entrenadores, dirección deportiva, etc.
Quizás el pésimo estado del terreno de juego de ¿hierba natural? al que el equipo rival está acostumbrado, que ralentizaba en exceso la circulación del balón, quizás la falta de contundencia y el encadenamiento de fallos en la línea defensiva, quizás la falta de conexión entre el centrocampo con la defensa y la delantera, quizás la falta de resolución y definición en los últimos pases de cara a la meta contraria, etc... podríamos seguir buscando más "quizás", pero lo cierto es que pese a todo hay que levantar la moral y el ánimo, poner lo que hay que poner sobre el terreno de juego y encarar las próximas jornadas con optimismo, pero disputando cada partido como si de una final de champions se tratara, porque equipo hay, pero hay que demostrarlo en cada entrenamiento y en cada partido, jugando con seriedad y en equipo.
¿Y del árbitro que podemos decir? Impresentable. No fue el causante de la derrota del CD Onda, por supuesto, pero la forma de medir las faltas de uno y otro equipo fue vergonzoso y deleznable. Cuatro tarjetas amarillas y una roja nos cargó a nuestro duro bagaje del partido, dejando sin sanción acciones idénticas por parte del equipo rival, incluso algunas mucho más graves como una agresión directa fuera del terreno de juego y otro gesto de agresión en sus propias narices, merecedoras ambas de expulsión por cuatro partidos.
Ahora hay que tener la mirada puesta en la próxima jornada, frente al Vall d'Uixó en el campo del Mangriñán. De seis jornadas disputadas hemos cosechado tres victorias y tres derrotas, no está mal, aún mantenemos claras posibilidades de engancharnos al grupo de cabeza y realizar una excelente temporada.
Así pues chavales, ánimo y a poner ganas y voluntad, como si cada partido fuera una final, sin tener en cuenta si el rival es más o menos fuerte, porque la experiencia os demuestra que equipos presumiblemente asequibles pueden sorprendernos, así como los equipos que supuestamente son invencibles siempre tienen algún tropiezo.
domingo, 8 de noviembre de 2009
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